A lo largo de la historia, las personas con enfermedades mentales han sido excluidas o brutalizadas. Incluso se ha llegado a vincular estas patologías con la posesión demoníaca. Suele pensarse también que quienes tienen enfermedades mentales son violentos y peligrosos. Otras representaciones arraigadas tienen que ver con la idea de que los padecimientos psíquicos son una elección, y sobre todo los relacionados con la alimentación y el consumo de sustancias. Todo esto lleva a una gran incomprensión hacia quienes padecen estas enfermedades.
Sus vidas sufren una limitación mayor que la que pueden llegar a generar la propia patología a la hora de encontrar trabajo, conseguir una vivienda, establecer relaciones sociales estables y ser aceptados por los demás. Las personas que son estigmatizadas tienen mayor riesgo de sufrir aislamiento y depresión.
En CITES INECO se diseñan e implementen campañas para terminar con estas creencias tan arraigadas socialmente. Si bien la promoción del conocimiento sobre estas enfermedades representa un primer paso fundamental, es necesario desafiar los estereotipos negativos y revisar el tratamiento que se da a estos temas desde los medios de comunicación ya que desempeñan un rol primordial en la perpetuación o no de los mismos.